

maria del ROSARIO Lara Marañon
Naci en Tandil, el 14 de abril de 1980 a las 9 horas.
Soy Profesora de Biodanza.
Porque un gesto vale mas que mil palabras. Y si las acciones,las ideas y el corazón trabajan juntos, todo es mucho mejor.
Hoy encuentro en Biodanza el encuadre para materializar proyectos que colaboren con la evolución. Empezando por mi. Soy una exploradora de mi proceso personal. Andando y desandando caminos. Cuestionándolos, desafiándolos. Entrando en caos y saliendo, para volver a empezar.
El arte en mi vida ha sido y es el puente para conectar con otros. Y sobre todo una puerta de acceso para expresar emociones. Me apasiona el trabajo con arcilla e investigo este recurso para descifrar el proceso creativo.
En 2015 hice una formación intensiva en Arteterapia, en Metafora, Barcelona.
Buscando herramientas que profesionalicen el proceso de facilitar el desarrollo de otras personas, también me certifiqué como Practitioner en PNL en la escuela de Coaching y PNL de Lidia Muradep.
Otro pilar fue la Formación en Sanación Pránica del maestro filipino Master Choa Kok Sui. Me permitió estructurar y dar nombres a conocimientos naturales, intuitivos, que todos tenemos.
En este sentido participé de sesiones individuales, talleres grupales de profundización, seminarios, de reiki, reflexología, gemoterapia, constelaciones familiares, memoria celular, numerología, astrología, tarot, rituales de sanación, conocimientos ancestrales en círculos de mujeres.
La naturaleza es mi fuente de renovación. Sentirme en lugares amplios donde desplazarme y disfrutar del silencio.
En otra etapa de mi vida tuve la posibilidad de trabajar tanto en Argentina como en el exterior dentro del sector del Turismo y la Hospitalidad.
En el 2002 trabajé en The Broadmoor Hotel, en USA; luego fui aceptada para trabajar en el equipo del Alvear Palace Hotel en Buenos Aires. Participe en la organización de eventos dentro del COE (Centro de Organizadores de Eventos).
Una vez recibida en la UBA como Licenciada en Administración, participé de un Programa de Voluntariado en Schoenstatt, Alemania.
Desde pequeña la vida siempre me fue compensando con viajes, que llenaron mi alma de imágenes, impresiones, olores, encuentros y nuevas miradas.
Hoy elijo ser un pulso de vida.
Poner al servicio las infinitas vivencias que la vida me fue proponiendo transitar, para facilitar nuevos recorridos.
Siempre podemos volver a la base segura, que anida en nuestro corazón, y reiniciarnos.